viernes, 17 de mayo de 2013

ABANICO

Abanico



El abanico es un signo distinguido de coquetería, de intriga, de seducción. Sirve tanto para darse aire como para avivar el fuego y es en este sentido que incrementa fuegos de pasiones y de coqueterías intrigantes.
En estos sueños de pasiones, quien maneja el abanico y conoce su lenguaje, es quien lleva la primera palabra en la conquista sentimental. Entonces, sería útil y maravilloso que aprendiéramos a usarlo.
El uso del abanico está permitido tanto en lugares abiertos como cerrados y a cualquier hora del día. La buena fabricación del abanico permitirá abrirlo y cerrarlo con ligereza, sin ruidos ni aspavientos.

Las épocas de esplendor del abanico crearon un lenguaje de amor, mediante gestos, formándose un auténtico alfabeto mediante las distintas orientaciones de sus varillas.
Los jóvenes de hoy no lo usan como complemento de la vestimenta. Lamentablemente, se ve solamente en manos de pocas damas, pero cuidado porque quien lo lleve en sus manos trasmite un mensaje maravilloso lleno de seducción y de intriga.
Leyendas
Hay muchas leyendas, pero la que a mí me gusta más es ésta:
Dicen que el abanico surgió de los amores de Cupido que, al tratar de congraciarse y enamorar a Psique, arrancó una pluma de la espalda de Zéfiro con el propósito de refrescar a la diosa mientras dormía.
Descifrando su lenguaje
Las damas del siglo XIX y principios del siglo XX eran muy cuidadas, así que no salían solas sino que debían ser acompañadas por sus madres o damas de compañía, las que sin lugar a dudas debían de controlar que estas niñas, con sus jóvenes primaveras, no usaran su abanico como medio de comunicación en la conquista de un caballero. Pero como el amor, la primavera y Cupido existen. Y ellos llevan a imaginar todo lo posible para lograr lo más lindo y maravilloso que forma la vida, utilizaron el abanico como medio de conquista y seducción. Así que lo utilizaban para concretar citas en situaciones donde no podían utilizar la palabra como en las misas, paseos familiares y en las cazuelas de los teatros.
En Francia existían normas sobre el abanico. Hasta 1939, en la corte de Inglaterra, fue obligatorio para las damas su uso en recepciones y actos oficiales.
Trasladémonos a esos tiempos e imaginemos el nerviosismo del caballero al ver que una dama lo miraba con el abanico cerrado en la mejilla, pues ella le estaba diciendo que gustaba de él y mucho.
Si la dama golpeaba el abanico sobre la palma de la mano, le estaba indicando que la señorita de compañía estaba cerca y que el coqueteo se tenía que terminar.
Lástima realmente que esta tradición tan hermosa, femenina e insinuante se haya perdido.
Imaginen mis caballeros del siglo XXI, que una mujer bonita sostiene un abanico en la mano derecha por supuesto cerrado, saben que les está diciendo: ¡que no tiene novio y que está ansiosa por encontrarlo!
¡Pero cuidado si el abanico está en la mano izquierda, esta mujer bonita está comprometida!
Si la mujer esconde los ojos detrás del abanico, estaba diciendo a su galán “que lo quiere”.
Y si lo coloca a medio abrir en forma insinuante, sobre los labios, dice: “Puedes besarme”.
Un sombrero, una mantilla, la forma de tomar un abanico o el resplandor de una joya son mucho más que adornos del vestuario femenino.
Ahora... pensemos en lenguaje del abanico … que significa.. lo que vemos en esta foto!? Lo dejo para pensar!...
Tengo un gran maestro que me dice! Cuando veo estas imágenes..Tranquila...
“Aunque la mona se vista de seda, mona se queda”.


Consultora de Protocolo y Etiqueta 
 Sra. Patricia Blanco Ratti

Informes:
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Tel. 4-581-1785
c. 15.4198.3574
Skype. patricia.ratti
Twitter-   @BlancoRatti

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